A partir de las primeras tareas en grupo que realiza ta clase, deben incorporarse paulatinamente formas de trabajo grupal cada vez más complejas que lleven poco a poco a la formación de verdaderos equipos de trabajo.
En las tareas grupales hay una parcial transferencia del pape! dirigente que cumple el maestro, hacia los alumnos; para ello, deberá ponerse en juego el sentido de responsabilidad, a través de una alternancia de papeles como ejecutante, ayudante y cuidador, tratando que los liderazgos sean distributivos de acuerdo con la capacidad de todos los alumnos, quienes deben preservar la seguridad de sus compañeros.
El libre juego de las posibilidades individuales, debe encontrar en este tipo
de tareas su mejor manifestación, y el resultado pasa a ser entonces, la demostración de
una tarea compartida en la que cada uno aporta lo mejor de sí. Esto sólo
se resuelve por medio de una autonomía cada vez mayor, en donde las zonas de
libertad se van ampliando paulatinamente.
Uno de los problemas que debe manejar cuidadosamente el maestro es ei
de la conformación y permanencia de grupos fijos; es recomendable que los grupos
no permanezcan invariables durante periodos largos.
Otro aspecto importante en la dirección de las tareas grupales, es el del li
derazgo; la variación de tareas y actividades debe permitir que exista una rotación
en la conducción o responsabilidad de conducción de cada grupo. Hay alumnos
que tienen mejores condiciones para la conducción, pero no siempre aquellos
que aparecen inicialmente más decididos o influyentes son los más responsables;
todos deben tener opciones de conducir al grupo. Pero éste es también un proceso
que et maestro debe manejar cuidadosamente a fin de no provocar frustraciones
al asignar una responsabilidad determinada a alumnos que todavía no pueden
cumplirla; debe evitar dar relevancia siempre a los mismos alumnos o grupos que
se destaquen, puesto que la capacidad individual y grupal no se mide sólo por el
resultado final, sino por el aprovechamiento dentro del proceso de trabajo desarrollado
de acuerdo a sus posibilidades.
En el trabajo grupal, se brindan oportunidades de interacción y relación entre
los varones y las mujeres, por lo cual, en la conformación de grupos debe tenerse
muy en cuenta este factor.
Finalmente, los alumnos con limitaciones —permanentes o temporales— para
realizar actividad física, deben tener la oportunidad de participar en las tareas
grupales.
En cada una de las etapas del desarrollo en la adolescencia y en la juventud,
el grupo escolar y el tipo de relaciones que en él se dan, conforman un punto de
referencia fundamental en el desenvolvimiento de la socialización.
Las características de ios compañeros y de los pequeños grupos, las relaciones
de amistad, así como ios conflictos que ocurren, son vivencias muy importantes
que dejan huellas profundas en tos jóvenes. Toda su sensibilidad, sus
intereses y afectos, y también sus contradicciones, entran en este juego.
El maestro debe encauzar y crear un clima tal, que todas estas vivencias adquieran
un sentido formativo. Ese ambiente creado mostrará la altura a la cual
pueden elevarse la sensibilidad en formación, el aprender a ponerse en el lugar
del compañero, ei unirse para resolver conjuntamente un problema, el discutir y
manifestarse cada uno en sus auténticas posibilidades. Todas las tareas que se
realicen, todas las habilidades que se desarrollen, todas las técnicas que se aprendan,
para tener realmente un sentido educativo, deben llevar la finalidad de alcanzar
estos logros.
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